domingo, 23 de enero de 2011

DERECHO A LA LIBERTAD DE CULTO



La Libertad de Culto es aquello que cada ser humano garantiza para la libertad religiosa, escoger libremente su religión y dicha validez, sobre la existencia de un Dios, que nos permite permanecer cerca de él.
Es un derecho que todas las personas tenemos y pertenecemos a una religión o culto, darnos cuenta que todas tenemos diferentes creencias y gustos, pertenecer a una religión sin que nadie nos critique o juzgue.

VIOLACIONES A LA LIBERTAD DE CULTO

- Obligar a la lectura de la Biblia no solamente violará el principio de la libertad de culto sino que pondrá a los profesores en una situación en que no pueden explicar algo, y a los alumnos en una situación en que no van a poder entender lo que se les lee.

- La libertad de culto, libertad religiosa o libertad de conciencia es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir ninguna religión, o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateismo y agnosticismo) y poder ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla.

- Ofensa al culto por el ultraje público a las personas que lo profesan o a los ministros de culto: el que de cualquier manera ofendiere alguno de los cultos tolerados en el país, ultrajando públicamente a sus ministros o a las personas que profesan dicho culto, será castigado con tres o doce meses de prisión.

- Ofensa al culto por el ultraje de los lugares o de los objetos o él destinados: el que de cualquier manera, con palabras o con actos, incluso de deterioro o la destrucción, ofendiere alguna de las religiones toleradas en el país, ultrajando las cosas que son objeto de culto, o que sirven para su ejercicio, en los lugares destinados al culto, siempre que la ofensa se efectuare públicamente o resistiese por su notoriedad, un carácter público, será castigados con seis o veinticuatro meses de prisión.

- Que edificante resulta ver a quien a pesar de haber perdido a un ser querido manifiesta su esperanza.  Se observa como del fondo de su corazón se vierte como manantial de agua viva ese consuelo ante el misterio de la muerte.  Por ello arrebatamos la fe por el laicismo que se propaga en un supuesto estado libre, laico y soberano, es atentar contra el derecho que todo ser humano tiene de aclamar a la semilla de eternidad que lleva en sí.

IMÁGENES Y COMENTARIOS "LA LIBERTAD DE CULTO"




 La invitación que Cristo realiza diciendo "si alguno quiere seguirme" es como si hubiese dicho: "yo no obligo, ni coacciono, antes bien, respeto la libertad".  Por ello dice: "si alguno quiere" Pero, además, la invitación adquiere mayor peso para la libertad del hombre, si consideramos, a qué cosa nos invita Dios.  Nos invita a bienes, no a males.  A seguir un camino de vida, no una senda tortuosa. Y, justamente, porque se trata de algo bueno, es que dice: "si alguno quiere".  En efecto no veo el motivo por el cual debamos obligar a una persona a que tome un tesoro.

La invitación ha sido dirigida a todos; quienes hayan tenido la gracia de escucharla tendrán, además, la capacidad para responder libremente.  Dios, por su parte, se mantiene respetuoso de las libertades y conciencias.  Y el hombre, al final de la vida, responderá por las decisiones que libremente tomó



Los Derechos Humanos son el resultado de la lucha de los individuos y los pueblos frente al poder encarnado en las sociedades de la que forman parte.  Esta encarnación abrumadoramente en la actualidad se da en la organización denominada Estado.  O sea los derechos humanos son un proceso y como tal son ante todo una lucha y tiene que ver con el desarrollo histórico; pero sobre todo son prácticos.  La Carta de los derechos humanos es muy linda pero donde se respeta el derecho fundamental a la vida.  La Libertad de Culto es un derecho individual y como tal, tiene que ver con la privacidad de las personas.  O sea en la esfera pública se encuentran, chocan diferentes cultos-o no cultos, en la esfera pública debe privar la neutralidad hacia toda creencia que está dada en la separación del Estado de la Religión.

RESUMEN

En nuestra época, en la que el género humano se une cada vez más estrechamente y aumentan los vínculos entre los diversos pueblos, la Iglesia considera con mayor atención en qué consiste su relación con respecto a las religiones no cristianas.  En su misión de fomentar la unidad y la caridad entre los hombres y, aún más, entre los pueblos, considera ante todo, aquello que es común a los hombres y conduce a la mutua solidaridad.

Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la haz de la tierra, y tienen también el mismo fin último, que es Dios, cuya providencia, manifestación de bondad y designios de salvación se extienden a todos, hasta que se unan los elegidos en la ciudad santa, que será iluminada por el resplandor de Dios y en la que los pueblos caminarán bajo su luz.

Desde la antigüedad y hasta nuestros días se encuentra en los diversos pueblos una cierta percepción de aquella fuerza misteriosa que se halla presente en la marcha de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana y a veces también el conocimiento de la suma Divinidad e incluso del Padre.  Esta percepción y conocimiento penetra toda su vida con un íntimo sentido religioso.  Las religiones, al tomar contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con lenguaje más elaborado.

CONCLUSIÓN

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

La relación del hombre para con Dios Padre y la relación del hombre para con los hombres sus hermanos están de tal forma unidad, que, como dice la Escritura, EL QUE NO AMA, NO HA CONOCIDO A DIOS.

Así se elimina el fundamento de toda teoría o práctica que introduce discriminación entre los hombres y entre los pueblos en lo que toca a la dignidad humana y a los derechos que de ella dimanan.

La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión.